pa' lo que quedó aristobulo

Pedro Lastra ND

Aristos Istúrovich

29 Septiembre, 2010

Tras un curso intensivo de estalinismo tropical, nuestro buen Aristóbulo sale a la palestra mimetizado, como tantas veces en el pasado cuando brincara de un partido al otro, de tovarich Istúrovich. Sólo le falta el kaftán negro y la gorra de maquinista ruso para fotografiarse al lado de Vladimir Ilich frente a la estación de San Petesburgo. La propia farsa de un maestrito encumbrado a las alturas de una cuenta dolarizada gracias a las agallas súper numerarias de la estafa chavista y una pasantía por el ministerio con las primas de seguros más suculentas de América Latina. ¿Cuánto agarró? ¿El 15 o el 20%? Como diría Virginia Woolf, que en paz descanse: ¿quién le tiene miedo al licenciado vidriera?

En su primera lección de un curso de verano en Varadero aprendió que en las galleras del marxismo tropical las eres se pronuncian errrrres. No se dice señor presidente – mirando al suelo, como corresponde de esclavo a amo, – sino señorrrrr prrrresidente. Tampoco se dice comer mierda, sino comerrrrr mierrrrda, operación gástrica inventada en la isla de Cuba y convertida en sistema de gobierno por el gran caudillo.

Azares del fracaso y abismos insondables del gran naufragio lo han llevado a tener que poner la cara – nada de bien parecida, por cierto- a las huestes en desbandada del castro chavismo. Asume la conducción de la locomotora precisamente cuando va cuesta abajo. Y por más que amenace con sus triples errres se le ve el bojote. Se sabe perdido, pero debe jugarse el sucio pellejo para retrasar tanto como se pueda el gran momento del Juicio Final. Cuando sirviéndose de los métodos de rastreo satelital de las fortunas mal habidas se verá descubierto y sentado acompañado de una cáfila de asaltantes seudo marxistas ante el tribuna penal de la decencia nacional.

Líder de la Duma caraqueña no habla de la señora Flores, sino de Cilia. Ni se refiere al desdentado Vivas, como compañero Vivas, sino como camarada Darío. Es cuando empujado por un pellizco en las nalgas amenaza con desterrar a los representantes del imperialismo yankee mientras asegura que tras suyo jorunga el pueblo. Muchos han pasado por detrás suyo. ¿Un pueblo entero? Más que dudoso.

Cuando esta farsa sangrienta se acabe y el tovarich Aristóbulo esté en chirona pagando sus crímenes, nos abrumará la terrible pregunta: ¿cuándo y cómo permitimos que esta ralea de ladrones, farsantes y saqueadores de los dineros públicos se apropiara de la dignidad nacional?

Como decía el bardo: the answer is blowing in the wind