 | Alexander Cambero El Universal / ND |
El mono muere y Chávez llora
29 Septiembre, 2010
No pudo escabullirse hasta la última rama. Su malevolencia resultó atrapada, bajo el constante estruendo de las bombas lanzadas por las fuerzas leales al principio democrático colombiano.
En la agreste serranía de La Macarena, a los pies del piedemonte andino, en el Departamento del Meta. Muere el legendario terrorista de las FARC Jorge Briceño, alias Mono Jojoy, dejando al ciudadano neogranadino, con la tranquilidad de saber que el temible carnicero tendrá que buscar ejército en las huestes del infierno.
Sucumbió acosado por el infortunio y la diabetes. Quedó sepultado en las cuevas, asemejando al mundo podrido de las ratas cuando se encuentran en su hábitat natural; aquel todopoderoso adalid del mal. Patriarca amado de los fascinerosos y narcoguerrilleros, fue repelido por los agentes de la libertad y la democracia.
Los grilletes deben andar felices. Las cárceles rudimentarias en la espesa selva, se liberaron de su peor agente. ¿Cuántos inocentes perecieron por la acción de este monstruo? ¿Por qué será que nuestras sociedades producen a semejantes bárbaros, sin un átomo de racionalidad? Bestias que se alimentan con el dolor inocente y no claudican en su empeño de hacer daño hasta con los pensamientos.
El chavismo está de duelo. Uno de sus héroes cayó bajo por la acción conjunta de las fuerzas militares. Ellas, amparadas en la Constitución y las leyes de la nación ejercen el arbitrio de las armas, con la dignidad de saber defender al ciudadano y las instituciones.
Hugo Chávez debe tener el corazón constreñido. Es conocida su amistad sin límites con las FARC, por mucho que niegue sus vínculos con la guerrilla. Ellos han fomentado una relación silenciosa, que aparenta frialdad; sin embargo, existe una vía expedita en donde sus odios e intereses convergen: ambos desean el aniquilamiento de la democracia colombiana. Las FARC funcionan como un mecanismo que puede actuar en su socorro, por ello la defienden subrepticiamente en cada escenario internacional en donde se ponga en peligro la suerte de sus aliados. Cuando Hugo Chávez es emplazado a aclarar su relación con los narcoguerrilleros sus exposiciones no son claras, una sarta de anécdotas en donde recuerda cualquier tontería dejan a sus interlocutores con una profunda duda.
El altar del chavismo tiene otro tirano a quien adorar. Le cantarán el himno cubanoide del PSUV, los fanáticos mostrarán sus lágrimas al cielo. Su llanto no es por la Venezuela destruida por su lider intergaláctico. Su tristeza es por un personaje depravado que utilizó sus manos para asesinar a seres humanos, que no tuvo empacho para traficar con drogas y secuestrar a inocentes.
Veremos si la Asamblea Nacional se atreve a rendirle un sentido homenaje. Total, ya lo hicieron en el pasado con las muertes de Raúl Reyes y Marulanda. Antisociales de la misma calaña. Esos parlamentarios no ocultan su admiración por cualquier bandolero que predique al socialismo del siglo XXI.
Que aprendan a llevar su llanto con dignidad. La guerrilla está rodeada, no tiene la menor posibilidad de subsistir; poco a poco terminarán por caer todos. Así, que mejor vayan preparando sus trajes oscuros para las pompas fúnebres. Les sale velorio en cadena.
alexandercambero@hotmail.com
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