ND.- El abogado constitucionalista, Hermann Escarrá, hace un balance del parlamento venezolano en los últimos diez años, en el que califica su situación como de total ilegitimidad. Asegura que el órgano legislativo "ha acentuado la crisis de la república y promueve la subordinación de la agenda parlamentaria al capricho personalista del presidente Chávez".
A continuación su análisis:
El balance del parlamento venezolano de los últimos años, no es otro que el de una situación de ilegitimidad, situación que no previo el texto constitucional al no colocar un quórum de validez para la integración de la asamblea nacional –experiencia necesaria para el perfeccionamiento de nuestras instituciones-, pues con menos del 10% del cuerpo electoral, es decir con una ilegitimidad de origen, el órgano legislativo nacional a acentuado la crisis de la república y por supuesto la subordinación de la agenda parlamentaria al capricho personalista del Sr. Chávez mediante el grave incumplimiento de la Constitución.
La función de control de la administración pública nacional; la de contraloría en las operaciones financieras y de crédito público, la legislación institucional así como el desarrollo del programa social, aprobado en 1999, queda a un lado frente al fortalecimiento del llamado Estado comunal y el autoritarismo que caracteriza el régimen que dirige el sr. Hugo Chavez.
El primer propósito de la oposición democrática en el parlamento, debe ser el de sustituir el conjunto de leyes y actos parlamentarios, que han permitido darle sustento en el ordenamiento legal al Estado militar y a las formas de dictadura modernas, es decir, al autoritarismo plebiscitario concentrando todos los poderes en la presidencia imperial, desconociendo así la fórmula política de la Constitución de 1999 que define un Estado social y democrático de derecho y de justicia. Un Estado federal descentralizado y un gobierno democrático alternativo, pluralista, participativo, con fundamento en los derechos humanos y en la ética publica.
La agenda parlamentaria esta claramente definida en la Constitución pero la obsecuencia y docilidad de la mayoría parlamentaria lo que hizo fue consolidar mas poder al presidente de la republica en lugar de solucionar los gravísimos problemas que angustian al pueblo venezolano.
La mayoría de estas leyes estuvo dirigido a desmontar las atribuciones y competencias de las gobernaciones y alcaldías, igualmente, a sustituir a la fuerza Armanda nacional por un movimiento miliciano y pretoriano, a reducir la participación ciudadana y a confiscar la soberanía popular transfiriendo todo el poder al presidente y consolidar así el debilitamiento del Estado y las instituciones de la Republica para suplantarla por el personalismo chavista y por la anulación de la autonomía e independencia de los poderes públicos.
La actual situación política demuestra que hay un agotamiento del régimen presidencialista como tal y que es necesario, como lo venia apuntando la sociología constitucional desde antes del proceso constituyente de 1999 y las nuevas formulas políticas en el ámbito de una democracia avanzada pluralista y social. En consecuencia, observamos que la nueva asamblea nacional será de transición, es decir, la tarea es, desmontar el esquema imperial y autoritario y profundizar la democracia avanzada y por supuesto en el contenido y propósito del Estado social y democrático de derecho.
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